Repercusiones Felix Bulnes: Nuestra pobreza profesional al desnudo.

Es posible que exista un profesional de la Salud en el sector público en tal situación como la nuestra? ¿Es posible que nuestra omisiones y multiples aceptaciones, nuestro ya acostumbrado bajo perfil, hoy nos esté pasando la cuenta? En este caso vemos muchas aristas políticas y de otro índole, pero la más preocupante es la "pobreza profesional" que nos debe hacer reflexionar sobre nuestro silencio, poca personalidad y autoimpuesta censura profesional que nos debe hacer reaccionar.


Estos dos años recientes han estado marcados por el tema generalizado de los "medicamentos" y nos hemos ya de cierta forma acostumbrado ha ser muy cuestionados no tan sólo en este caso sino que también en el de la colusión de las farmacias donde mucha gente vio al farmacéutico como un cómplice, no tanto por su participación directa sino que por su terrible SILENCIO.

También en este período nos hemos dedicado a disculparnos, a decir que nosotros no tomamos las decisiones comerciales, que el farmacéutico es una victima de políticas generalizadas, que el ministerio, que las cadenas etc.

Pero, ¿hasta donde puede ser sostenible esta actitud de victimización? ¿Corresponde que nos desliguemos de nuestra responsabilidades de esta forma?

Si en algo estamos claros es que el farmacéutico es responsable y lo será de su silencio. De su bajo perfil caracterìstico, de ese mal entendido concepto de "cuidar la pega". La pega se defiende con calidad, con valentía, con decir lo que no nos parece (de la forma adecuada) y no con callar, con asumir y dejar que muchas veces tengamos un rol menos digno y decente que el de un profesional universitario.

Estas afirmaciones pueden parecer duras y de seguro que más de alguno se podrá sentir ofendido , pero lo que sucede en el caso particular del Felix Bulnes lo refleja muy bien:

Una colega comprometida, pero quizás con una limitación importante en el sentido de plantear y denunciar las condiciones laborales, y donde su deber de hacerlo se relaciona a que precisamente el omitir las falencias, el trabajar con lo mínimo de lo necesario. Algo que tarde o temprano le iba a pasar la cuenta y eso es la base de lo que le está sucediendo hoy y de porqué algunos se aprovechan de hacerla ver como responsable de las muertes ocurridas sin ninguna razón.

Y eso pasa a todo nivel. Cuando las partidas salen mal en el laboratorio, cuando los auxiliares hacen y deshacen en las farmacias de cadena a vista y paciencia de los profesionales, cuando a nivel ministerial se diseñan políticas públicas etc, etc, etc.

Dejenme soñar un poco y plantearles dos situaciones, ¿qué hubiese pasado si la colega hubiese denunciado (no solo haberse remitido a informar), sino que con el apoyo de organizaciones gremiales o de otro índole haber mostrado sus condiciones laborales y profesionales?¿Que hubiese sucedido si todos los farmacéuticos de ese hospital no hubiesen despachado ninguna receta hasta que se comprometiera la jefatura a resolver sus problemas?¿Que sucedería si todos los farmacéuticos asistenciales se movilizaran en repudio a lo sucedido en el Felix Bulnes y solicitaran la renuncia de Ayarza? (Y no esperaran a que nuevamente los estudiantes lo hagan!!!)...

Que bonito es soñar, pero la realidad es otra y muchos no se extrañan que los mismos colegas de Vania hoy puedan estar esperando asumir su puesto.

Esa es nuestra realidad, de la cual debemos salir, esa es nuestra realidad que sólo significa: una triste "POBREZA PROFESIONAL."

Es momento de comenzar a cambiar y por lo menos desde el Colegio ya se ven luces claras de que es momento de hacerlo y se dispone de la gente dispuesta por lo menos a nivel de su Presidenta.

Comencemos entonces.