El Gobierno de Michelle Bachelet hace pocos días lanzo una importante iniciativa de ley que pretende devolver a los colegios profesionales la denominada tuición ética. La historia de la tuición ética de los colegios profesionales nos remonta a la década de los 80 (plena dictadura), cuando se deroga un antiguo cuerpo legal y se decreta la Ley de Asociaciones Gremiales. Con él se restan facultades a los colegios profesionales, dentro de éstas una de las de mayor trascendencia fue la referida al control de la ética profesional. Pero sin embargo, nace una pregunta importante: ¿QUE TAN PREPARADOS ESTAMOS?
Dentro de las fuerzas "movilizadores de la clase media" antes de la década de los 80 se encontraban principalmente los sindicatos y los colegios profesionales, estos últimos, grandes centros de organización social y promoción de valores profesionales que eran activos partícipes sociales.
Sin embargo, una vez instalada la dictadura militar en nuestro país, obviamente se consideraron "peligrosas" para el "stablishment" el posible poder de estas organizaciones y su capacidad de presión para exigir la vuelta a la democracia, por otro lado las doctrinas traídas desde la escuela de chicago no eran compatibles al juicio de estas entidades sociales y por tanto se optó por intervenirlas y despojarlas de muchas atribuciones que entre otras implicaba la tuición ética del ejercicio profesional.
Pero ahora que este postergado sueño de muchas órdenes profesionales vuelve a estar en la palestra legislativa: ¿Estamos preparados?, ¿Están los colegios y en especial el colegio farmacéutico dotados de la integridad y suficiente autonomía como para hacerse cargo del desafío que signica volve a tener la tuición ética del ejercicio de sus profesionales?..Sin duda una pregunta compleja.
Compleja por que no es fácil poder contestarla y tampoco contener la imperiosa necesidad de regulación que necesitan nuestras profesiones, en donde, el lucro pareciese desequilibrar la balanza en muchos profesionales, en donde el ejercicio de sus carreras desde que decidieron estudiarlas, está más identificado a un instrumento de lucro y bienestar económico que a un elemento de existencia social.
¿Está el colegio de Químicos Farmacéuticos preparado?. Creo que no. Porque sus estructuras y dinámicas, según lo he declarado en anteriores ocasiones dista mucho de ser democrática y representativa. Sin embargo, es necesario comenzar a trabajar desde ahora y con decisión en lograr la suficiente apertura y autonomía para que éste puede recibir sin mayores contratiempos la tuición ética del ejercicio profesional.
Es quizás este elemento el que será uno de los mayores desafíos de la actual presidenta gremial, la Dra. QF Velázques y su directiva, en donde el ofrecer la debidas garantías y liderar un proceso que hasta ahora pudiese parecer como "la continuidad" , necesita necesariamente un punto de inflexión obligado para apuntar a democratizar y ampliar la orden gremial.
Dependerá de un esfuerzo importante y no será fácil, pero sin duda se necesita de todas las manos y de la suficiente razón, para que aquellos que han manejado al Colegio de forma sectarista o privilegiando intereses distintos, sepan dar un sano paso al costado para así no seguir obstaculizando la necesaria transformación de un gremio que debe ser capaz de asumir un desafío como éste.
Dentro de las fuerzas "movilizadores de la clase media" antes de la década de los 80 se encontraban principalmente los sindicatos y los colegios profesionales, estos últimos, grandes centros de organización social y promoción de valores profesionales que eran activos partícipes sociales.
Sin embargo, una vez instalada la dictadura militar en nuestro país, obviamente se consideraron "peligrosas" para el "stablishment" el posible poder de estas organizaciones y su capacidad de presión para exigir la vuelta a la democracia, por otro lado las doctrinas traídas desde la escuela de chicago no eran compatibles al juicio de estas entidades sociales y por tanto se optó por intervenirlas y despojarlas de muchas atribuciones que entre otras implicaba la tuición ética del ejercicio profesional.
Pero ahora que este postergado sueño de muchas órdenes profesionales vuelve a estar en la palestra legislativa: ¿Estamos preparados?, ¿Están los colegios y en especial el colegio farmacéutico dotados de la integridad y suficiente autonomía como para hacerse cargo del desafío que signica volve a tener la tuición ética del ejercicio de sus profesionales?..Sin duda una pregunta compleja.
Compleja por que no es fácil poder contestarla y tampoco contener la imperiosa necesidad de regulación que necesitan nuestras profesiones, en donde, el lucro pareciese desequilibrar la balanza en muchos profesionales, en donde el ejercicio de sus carreras desde que decidieron estudiarlas, está más identificado a un instrumento de lucro y bienestar económico que a un elemento de existencia social.
¿Está el colegio de Químicos Farmacéuticos preparado?. Creo que no. Porque sus estructuras y dinámicas, según lo he declarado en anteriores ocasiones dista mucho de ser democrática y representativa. Sin embargo, es necesario comenzar a trabajar desde ahora y con decisión en lograr la suficiente apertura y autonomía para que éste puede recibir sin mayores contratiempos la tuición ética del ejercicio profesional.
Es quizás este elemento el que será uno de los mayores desafíos de la actual presidenta gremial, la Dra. QF Velázques y su directiva, en donde el ofrecer la debidas garantías y liderar un proceso que hasta ahora pudiese parecer como "la continuidad" , necesita necesariamente un punto de inflexión obligado para apuntar a democratizar y ampliar la orden gremial.
Dependerá de un esfuerzo importante y no será fácil, pero sin duda se necesita de todas las manos y de la suficiente razón, para que aquellos que han manejado al Colegio de forma sectarista o privilegiando intereses distintos, sepan dar un sano paso al costado para así no seguir obstaculizando la necesaria transformación de un gremio que debe ser capaz de asumir un desafío como éste.
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