miércoles, 23 de julio de 2008

TVN emite crítico reportaje sobre cobros de cadenas para la ubicación de los medicamentos en el mesón.


Un crítico reportaje sobre el cobro que realizan las cadenas de farmacia a los laboratorios por concepto de ubicación de sus productos farmacéuticos en el mesón, realizo TVN. Estos cobros serían una de las causas del incremento de precio de los medicamentos lo que se traspasaría completamente a los pacientes.

Revisa el video aquí.




Sin embargo, hay un punto en el reportaje que llama mucho la atención y que se relaciona con la posible insinuación de uno de los entrevistados, sobre que da a entender que "sacar los medicamentos de Venta Directa fuera del mesón abarataría los costos", afirmación totalmente imprecisa ya que en las góndolas también se cobra por la ubicación de productos. ¿Simple coincidencia o equivocación?. Juzgue usted mismo. Sin considerar el problema sanitario que eso significaría.

También resaltan las declaraciones del presidente del Colegio Medico "En las Farmacias no hay Dios ni Ley."

Se aceptan opiniones en la sección comentarios...

martes, 22 de julio de 2008

"¿Por que debería colegiarme si el colegio no hace nada?"

Esta es quizás una de las afirmaciones más comunes que se le puede escuchar a muchos colegas de profesión, quienes en su mayoría se restan de la participación gremial."¿Por qué debería colegiarme?" es una pregunta frecuente. Actualmente las cifras no son alegres y dan cuenta de una baja proporción de farmacéuticos colegiados lo que en nada contribuye a contar con organizaciones gramiales potentes, representativas y que realmente nos representen.

Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha sentido la necesidad de vivir en comunidad, está es quizás una de las carácterísticas más importantes que han permitido la permanencia del ser humano sobre este planeta. El asociarse y vivr en comunidad, han sido sinónimos de protección, progreso y éxito para el hombre.

Si llevamos este concepto a la sociedad actual y la analizamos, nos daremos cuenta que quienes progresan en la sociedad son precisamente aquellos grupos que son capaces a través de la construcción de redes comunes defender sus intereses y crear leyes y políticas acordes con los propios.

Las grandes empresas se fusionan, los paises se asocian en comunidades internacionales, los bancos se unen, los politicos se asocian en partidos y al parecer, quienes han logrado tener las estructuras más poderosas y funcionales han sido precisamente quienes están marcando el ritmo en cual sea la dimensión en la que se encuentren.

En nuestro gremio al parecer la cosa marcha al revés. Existen pocos medios de información farmacéutica, pocas agrupaciones profesionales que funcionen realmente, no tenemos políticos que sean farmacéuticos en el parlamento ni en ninguno de los puestos claves que son necesario poseer para realizar los grandes cambios necesarios en política de medicamentosy posicionar nuestros legítimos intereses.

No es extraño escuchar a muchos profesionales el decir: "¿Para qué me voy a colegiar, si el Colegio no hace nada?"..."El Colegio no tiene poder para cambiar nada" entre otras frases, pero , personalmente creo que el proceso debe ser anterior, es decir, preguntarse: "¿Cómo el colegio puede hacer algo, si es que yo no participo?, ¿Como a través de mi participación y cooperación ayudo para contar con un Colegio Profesional Poderoso?.

Quizás es esa la verdadera interrogante. El estado actual de precariedad y debilidad con que aparentemente funciona el Colegio Farmacéutico, no es más que la fiel representación de lo poco que hacen y están dispuestos a entregar los propios farmacéuticos. Es más, actualmente muchos profesionales sin importar su condición con respecto al Colegio, debiesen por lo menos preguntarse de cómo el Colegio ha logrado enfrentar esta situación actual sin siquiera contar con la ayuda de ¡¡¡La mayoría de los profesionales!!!

Todos queremos un Colegio Fuerte y Poderoso, que sea capaz de dictar la pauta en los temas farmacéuticos y que sea capaz de hablar de tu a tú con cualquier autoridad política por lo que signifique como agrupación gremial. Que monte campañas nacionales de información a la población, que aparezca en primera plana cada vez que se habla sobre medicamentos y que realmente pueda darse el lujo de ser independiente.

Por otro lado, queremos un Colegio participativo, que organice.. que convoque, que impulse diálogos, informe y constituya un verdadero movimiento social-profesional.

Pero... ¿Cómo pretendemos hacerlo, o simplemente debemos esperar que funcione solo?. Muchos profesionales en algunas ocasiones hemos cometido el error de pensar que las personas que componen el Colegio sólo por el hecho de estar ahi, deben ser como mandrake el mago y solucionar todo lo que se presenta, sin siquiera darnos cuenta que actualmente lo que se realiza es un milagro debido a sus escazos recursos humanos, tecnológicos y económicos en comparación con lo que aportan sus profesionales.

Y no me refiero tan sólo al tema económico, que obviamente es importante, sino que también al tema de la participación la cual es muy baja incluso en momentos de crisis como los que estamos viviendo.

Es necesario y oportuno, que el exigir un Colegio fuerte y participativo sea a través de la propia participación y ayuda de los profesionales, es decir, que la base profesional asuma como propia la tarea de convertir y fortalecer nuestra única organización gremial existente en el país. Participando, aportando ideas, planteando acuerdos y desacuerdos y por que no también mencionarlo aportando con su cuota respectiva.

No podemos pretender que el Colegio sea fuerte y poderoso, si es que no aportamos con nuestra participación activa, no podemos esperar que lance campañas nacionales si es que sufre para poder costear los costos fijos de una sede, no podemos esperar que sea independiente si es que para realizar evento inversiones tiene que solicitarlos a sectores privados, no podemos exigir que influya en política si tampoco tenemos representantes a ese nivel...


Ha llegado el momento de darnos cuenta y asumir que la única forma de protegernos y defender nuestros legítimos intereses profesionales y gremiales en la sociedad, frente a intereses políticos, de otros gremios, económicos entre otros, es contando con una organización que en verdad pueda hacerlo, que sea poderosa, lo más independiente posible y economicamente suficiente, pero que para eso el aporte que cada uno puede hacer es fundamental y decisivo.

Hay que empezar a aportar ahora ya, para que así el reflejo futuro de nuestra organización sea un reflejo de profesionales comprometidos, activos y cooperadores, que se han dado cuenta de que la única forma de sobrevivir y prosperar es agrupándose, defendiéndose cosa que nuestros antepasados descubrieron hace miles de años siendo este un principio básico de la vida.

¿Por que deberia Colegiarme entonces?

- Para construir una organización que me defienda y me represente con fuerza en la sociedad.
- Para construir una organización dependiente sólo de nuestros propios intereses y los de la población.
- Para que la organización pueda hacer cada día más y con eso beneficiarnos a nostros mismos.
- Para que no sean otros quienes tengan que defendernos o solucionar nuestros problemas.
- Para que perduremos, progresemos y no seamos elimnados del escenario político-social al más puro estilo darwiniano.
-Para que el dirigente se preocupe de lo suyo, no de como pagar la cuenta de algun servicio básico que lo cortan en cualquier momento.(metáfora)

Fin.

N del E: La afirmación del título solo hace alusión a algunas expresiones escuchadas en diálogos profesionales y precisamente el sentido de este este artículo es rebatirla, presentando que el cuestionamiento debe ser anterior y referente a las responsabilidades propias de cada profesional. No representa un sentir ni mucho menos es una afirmación de nuestro blog.

jueves, 17 de julio de 2008

Medicamentos: ¿Derecho o Mercancía?

El problema del costo de los medicamentos, de extrema urgencia para los países en vías de desarrollo, amenaza con afectar a todo el planeta en el transcurso de los próximos diez a veinte años. La concepción del medicamento como mera mercancía es incompatible con la promoción del derecho a la salud.
Por Germán Velásquez, Coordinador del Programa de Acción para los Medicamentos de la OMS (Ginebra).

El acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual referidos al Comercio de la OMC tiene entre sus efectos la globalización de los precios de los medicamentos, la ley de patentes y una situación en que millones de personas mueren por falta de medicamentos que les resultan inaccesibles. La concepción del medicamento como mera mercancía es incompatible con la promoción del derecho a la salud.

El problema del costo de los medicamentos, de extrema urgencia para los países en vías de desarrollo, amenaza con afectar a todo el planeta en el transcurso de los próximos diez a veinte años. Incluso los países industrializados, cuya población está habituada desde hace casi cincuenta años a acceder sistemática y gratuitamente a los medicamentos necesarios, podría ver reducirse este derecho como piel de zapa.

Costos y gastos

En efecto, ¿hasta qué punto los sistemas de salud de los países industrializados podrán seguir soportando el aumento del costo de reembolso ante la aparición, por ejemplo, de nuevos medicamentos contra las enfermedades cardiovasculares o el cáncer? Sin siquiera hablar de los tratamientos que se desarrollarán y se patentarán a partir de la investigación sobre el genoma humano -no obstante llevada a cabo gracias a fondos públicos [1]-, ni de las terapias vinculadas con el envejecimiento de la población.

En Estados Unidos, los programas públicos de asistencia a las personas mayores (Medicare) y a los pobres (Medicaid) estiman que el gasto nacional de salud pasará de 1,4 billones de dólares en 2001 a 2,8 billones de dólares en 2011 [2]. Durante el mismo período, el gasto en productos farmacéuticos deberá triplicarse, para alcanzar 414.000 millones de dólares en 2011. En consecuencia, las compañías privadas deberán optar entre reducir las prestaciones o aumentar las primas. Y crecerá el abismo entre los que podrán financiar su salud y los que sólo accederán a una cobertura médica reducida.

Numerosos países ya destinan a los medicamentos un porcentaje más elevado de sus gastos totales de salud que Estados Unidos, donde alcanza el 10 %, 17 % en Francia [3], 16% en Bélgica, 17% en Grecia y 12% en Alemania. La tendencia es la misma en el conjunto de los países ricos: por ejemplo, en Canadá los medicamentos representaban en 2000 el 15% del presupuesto de la salud, contra el 11,4 % diez años antes [4]. Y en Japón se observan las mismas curvas.

El sistema de patentes

Desde 1995, año del nacimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el precio de los medicamentos se globalizó, en particular bajo los efectos de los Adpic, un acuerdo comercial sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio. Sin embargo, pasaron tres años antes de que el sector de la salud “se despertara”. La OMS publicó entonces un informe que indica las posibles consecuencias de este acuerdo sobre el aspecto a los medicamentos [5]. A este trabajo y a las inquietudes expresadas por numerosos países en vías de desarrollo se añaden rápidamente las campañas de movilización llevadas a cabo, en particular, por Médicos sin Fronteras (MSF) y Oxfam.

En el año 2000, cuando 39 empresas farmacéuticas inician una demanda contra el gobierno de la República de Sudáfrica con el fin de oponerse a una ley sobre medicamentos inspirada en las recomendaciones de la OMS, la opinión pública se indigna. Después de una intensa campaña internacional de apoyo a la posición de Pretoria y de fuertes movilizaciones de la sociedad civil sudafricana -en particular a través de la Campaña para el Acceso a los Tratamientos (TAC) [6]-, el tema hace finalmente irrupción en la OMC el 20 de junio de 2001, por iniciativa de un grupo de países africanos. Siguen largos debates que en noviembre de 2001 culminan en la Declaración de Doha, por la cual los miembros de la OMC afirman: el acuerdo sobre los Adpic “puede y debe interpretarse e implementarse de manera tal que apoye el derecho de los miembros de la OMC a proteger la salud pública y, en especial, a promover el acceso de todos a los medicamentos”. ¡Frase tan evidente que hasta un niño en edad de razonar hubiera podido formularla !

La lógica del sistema -si se puede llamar lógica a este círculo sin salida- considera que la generalización del sistema de patentes (de una duración mínima de veinte años) impuesta por el acuerdo sobre los ADPIC es indispensable para permitir que las empresas farmacéuticas privadas sigan investigando.

El argumento es el siguiente: la investigación cuesta cara, pero será financiada por las patentes que, al garantizar a las empresas farmacéuticas un monopolio, les permite mantener precios elevados.

Situación absurda

Ahora bien, estos precios impiden que la mayoría de las personas que necesitan estos nuevos productos puedan procurárselos.

Si bien hay que preservar la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos, también es esencial que éstos puedan salvar vidas a partir del momento de su descubrimiento y no veinte años después… excepto que se perpetúe la absurda situación actual, en la cual millones de personas mueren por falta de medicamentos, que sin embargo existen y que la sociedad podría poner al alcance de todos.

Epidemias

En gran parte en manos del sector privado, la investigación y el desarrollo de nuevos tratamientos dependen del mercado potencial del producto, y no de las necesidades de salud de las poblaciones con menos recursos.

En el transcurso de estos últimos veinte años, puede decirse que no se investigaron epidemias que afectan a millones de personas en los países en vías de desarrollo, como la enfermedad de Chagas, la leishmaniosis, la esquisiotosomiasis e incluso la enfermedad del sueño...

Aunque parecía que el anunciado desastre del Sida iba a acelerar las cosas, el acceso a los medicamentos no deja de estancarse, como si no hubiéramos aprendido nada desde el inicio de la epidemia.

En 1986 el director de la OMS, Horst Mahler, reconocía haber perdido casi cuatro años porque “no se había dado cuenta” de la gravedad de la situación.

Enfrentado a estrategias e intrigas políticas complejas, su sucesos, el doctor Hiroshi Nakajima, se ve obligado a desmontar el Programa Global sobre el Sida (GPA) establecido por el carismático Jonathan Mann. Entonces, todo lo hecho es “arrojado por la ventana”, según palabras de un participante. Algunos años más tarde el doctor Peter Piot, responsable de Onusida, el programa de las Naciones Unidas para la lucha contra dicha enfermedad, declara que la transición entre la OMS y Onusida provocó otra pérdida de cuatro o cinco años...

Millones de muertes evitables

Esta lentitud persiste como elemento indisociable del problema; casi diez años después de la aparición en el mercado de los primeros tratamientos anti-retroviales, el 99 % de las personas que no tienen acceso a ellos se encuentran en los países en vías de desarrollo.

En Doha, en noviembre de 2001, la reunión ministerial de la OMC dio un año de plazo a su Consejo -a propósito de los ADPIC- para encontrar una solución a lo que se llamó el “párrafo 6”: Estudiar cómo los países que carecen de suficiente capacidad de producción de medicamentos pueden hacer uso de las “licencias obligatorias”, esos mecanismos jurídicos previstos por el acuerdo, que permiten en ciertos casos eludir el monopolio que confieren las patentes.

Fue un año de diálogos de sordos, sin resultado concreto... salvo demostrar que los negociadores perdieron conciencia de la gravedad de lo que está en juego [7]. Ya sabemos que este “párrafo 6” no era la respuesta a los males de la humanidad y el problema de los precios no es la única dificultad...

La selección racional de los medicamentos autorizados para la venta en un país determinado, la existencia de mecanismos de financiamiento y el mantenimiento y desarrollo de sistemas e infraestructuras de salud confiables son otros tantos factores igualmente determinantes. Pero no pueden concebirse sin resolver la cuestión de los precios.

Planes de acción

El acuerdo más importante de los últimos años tendiente a reducir el precio de los anti-retrovirales en los países en vías de desarrollo- la Iniciativa para Acelerar el Acceso (IAA)- permitió que el costo anual por paciente pasase de 12.000 dólares en 2000... a 420 dólares en 2003.

Lanzado en mayo de 2000 por Onusida en asociación con varios organismos de la ONU y cinco empresas farmacéuticas (Boehringer Ingelheim, Bristol-Myer Squibb, Glaxo Smith-Kline, Merck & Co. y Hoffman La Roche), esta montaña parió un ratón: en 3 años, de 80 países, 39 desarrollaron planes de acción, de los cuales 19 llegaron finalmente a celebrar acuerdos con empresas.

El número de pacientes que reciben anti-retrovirales en esos 19 países es inferior al 1%. En Africa eso concierne a un total de 27.000 personas, cuando el continente cuenta con 30 millones de seropositivos [8].

Creado en abril de 2001 por iniciativa del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el Fondo Global de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria sólo recibió hasta ahora un 20 % de las sumas necesarias. En China, donde las autoridades consideran que un millón de ciudadanos están infectados por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), una empresa farmacéutica occidental ofreció, con gran apoyo publicitario, anti-retrovirales gratuitos durante un período de ocho años. Lástima que la “donación” sólo concernía a... ¡200 pacientes!

Todas estas iniciativas, aunque pudiesen superar las insuficiencias, no constituyen una solución a largo plazo, ni para los países en vías de desarrollo ni para los países desarrollados. En efecto, ¿cómo imaginar que el costo de los medicamentos pueda mantener de manera constante un aumento exponencial que exceda ampliamente el crecimiento del resto de la economía?

Es de esperar que la iniciativa internacional para lograr una vacuna contra el sida (IAVI), que reúne empresas farmacéuticas (entre las cuales se encuentran los principales grandes laboratorios), laboratorios públicos y organizaciones no gubernamentales- tenga éxito rápidamente.

La vacuna deberá ponerse a disposición del mayor número de personas al menor precio posible y cuanto antes: lo que, evidentemente, sólo se logrará mediante una solución ajena al actual sistema de patentes.

Cifras

“¿A quién pertenece una carta? ¿A su remitente, al destinatario o al cartero, al menos durante su recorrido?” Así comienza El dueño de la Herida, la última novela de Antonio Gala [9].

Uno de cada tres habitantes del planeta no tiene acceso a los medicamentos con regularidad y las tres cuartas partes viven en países en vías de desarrollo donde sólo se consume un 8% de la venta mundial de productos farmacéuticos.

No obstante, la capacidad técnica y financiera para elaborar estos medicamentos existe. De los 10 millones de niños menores de cinco años que mueren anualmente, el 80% podría salvarse si tuvieran acceso a medicamentos esenciales.

Lo único positivo del fracaso del “proceso de Doha” fue poner fin a las urgencias jurídicas sobre las reglas internacionales de comercio, para situar de nuevo el debate a nivel ético.

En los distintos medios involucrados la pregunta sustancial es la formulada por Antonio Gala: ¿A quién pertenece un medicamento vital: al que lo inventó, al paciente que lo necesita o al intermediario que lo compra y lo revende?



Expansión comercial

Durante dos años, el “proceso de Doha” opuso la salud al comercio y muchos debates en los foros internacionales trataron de determinar cuál de ellos ocupaba el primer lugar y qué excepciones sanitarias había que admitir.

En la actualidad es evidente que el derecho a la salud es una cosa y la expansión comercial otra. La promoción del derecho a la salud implica garantizar el derecho a beneficiarse con los adelantos tecnológicos y el reconocimiento del valor supremo de la dignidad humana, principios reconocidos en numerosos tratados internacionales y aceptados por la inmensa mayoría de los Estados.

En general, tanto las reglas del comercio como las de la economía deben contribuir al bienestar de la sociedad. Nunca constituirse en obstáculo para que una parte importante de dicha sociedad se beneficie con la riqueza y la prosperidad que el comercio, en principio, se presume puede aportar.

La salud percibida como derecho fundamental constituye un bien colectivo que las autoridades públicas y sus instituciones deben proteger de manera activa. No hacerlo es aceptar una sociedad enferma.

Después de la Declaración de Doha queda claro que si se considera al medicamento como simple mercancía, la salud nunca será otra cosa que una extensión del mercado, allí donde las curas y los tratamientos sólo estarán al alcance de los que disponen de suficiente poder adquisitivo.

Respuestas

De ahora en adelante hay que considerar al medicamento esencial como un bien público a escala mundial. Este cambio de perspectiva traerá aparejadas modificaciones sustanciales en varios niveles y de distinta naturaleza, a las cuales la comunidad internacional y las autoridades públicas deberán encontrar respuestas.

¿Es posible que un bien público a escala mundial sea patentable, es decir, que exista un monopolio de algunos en detrimento directo de millones de personas? ¿El objeto (medicamento) que hace posible el ejercicio de uno de los derechos fundamentales puede someterse a normas que obstaculizan el acceso de todos... durante un período de veinte años? ¿Bajo qué forma se organizarán la investigación y el desarrollo de nuevos productos farmacéuticos, de manera tal que estén disponibles y sean de acceso inmediato para todos los que los necesiten?

¿Cómo reorientar la industria farmacéutica hacia objetivos compatibles con la mejora de la salud y la calidad de vida y no únicamente con la expansión económica y la ganancia? ¿Cómo garantizará la sociedad del mañana la producción a escala mundial de estos medicamentos?

En los próximos diez años tendremos que responder a estas preguntas, y la mejor manera de prepararse es intentar desde ahora formularlas con claridad.

Complejidad

Estamos frente a un problema especialmente complejo en el cual intervienen protagonistas, intereses y discursos de naturaleza y origen muy diversos, que exigen un enfoque integral y multidisciplinario.

Es necesaria una óptica que permita conciliar la legalidad internacional vigente y los ordenamientos jurídicos internos respectivos, y asimismo asociar el ejercicio del comercio al respeto de los derechos humanos.

No hay respuesta inmediata que al mismo tiempo sea duradera. ¿Cómo podemos evitar que, como acontece con el sida, cada paso adelante parezca servir más para recuperar el tiempo perdido para avanzar?

La OMS

Algunos, como MSF, afirman que siendo la OMS “el único organismo intergubernamental internacional legalmente elegido para velar por la salud en el mundo... debería trabajar en la elaboración de una agenda prioritaria de investigación y desarrollo” de todo futuro medicamento -bien público [10].

Tanto si se trata de la OMS como de un consorcio público internacional, estas prioridades en la búsqueda de nuevos medicamentos deberán fijarse en función de las reales necesidades de salud y no de las posibilidades del mercado.

¿Cómo financiar este gran emprendimiento?

Además de las contribuciones e inversiones que numerosos Estados podrán aportar, el doctor James Orbinski -que en 1999 recibiera para Médicos sin Fronteras el Premio Nobel de la Paz- lanzó la idea de crear un impuesto sobre las ventas mundiales de la industria farmacéutica para financiar una industria pública que tome a su cargo la investigación [11].

Una vía complementaria sería destinar una parte de los impuestos nacionales sobre el tabaco a un fondo público internacional, lo que permitiría la participación de países en desarrollo, garantizando así la investigación sobre enfermedades tropicales.

Más que atacar a la industria farmacéutica o de señalar con el dedo a los opositores a esta industria, debemos intentar explorar las necesidades y, por qué no, inventar para el medicamento soluciones que permitan a los científicos investigar, a los industriales producir y a los pacientes curarse, de modo duradero.

Seguir inactivos o inmersos en peleas estériles nos conducirá a crisis aun más graves -si eso fuera posible- que la actual pandemia del sida. Crisis ante las cuales no se podrá alegar sorpresa ni ignorancia.

Referencias

1. Sulston J. El Genoma humano, dominio público por excelencia. Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur; diciembre 2002.

2. Heffler S, Smith S, Wan G et. al. Health spending projections for 2001-2011. The latest outlook. Health Affairs, 2002; 22 (2): 207-218.

3. El 19 de abril (pleno weekend de semana santa), el Boletín Oficial anunció la disminución del índice de reembolso de 617 medicamentos, dado que los expertos consideraron como moderado el servicio médico prestado (SMP). Esta medida, aplicada a productos muy recetados por los médicos, provocó la reacción del presidente de la Caja Nacional de Seguros por Enfermedad, Jean-Marie Spaeth, quien reprocha al gobierno el haber tomado “una decisión estrictamente financiera” y médicamente injustificada. Le Monde; 23 de abril de 2003.

4. Eco Santé OCDE 2002. París: Organización de Cooperación y Desarrollo Económico; 2003.

5. Velásquez G y Boulet P. Mondialisation et accès aux médicaments. Perspectives sur l´accord Adpic de I´OMC. Ginebra: OMS; 1999.

6. Rivière P. Vivir con sida en Soweto. Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, agosto de 2002.

7. Love J. Los países ricos obstaculizan el acceso a los medicamentos. Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, marzo de 2003.

8. Ver el estudio encomendado a Cheri Grace por la OMS, Ginebra (en vías de publicación).

9. Gala A. El dueño de la herida. Madrid: Planeta; 2003.

10. Médicos Sin Fronteras. Recherche médicale en panne pour les maladies der plus pauvres. Ginebra: MSF; septiembre de 2001.

11. Ibid.

miércoles, 9 de julio de 2008

Cierre de Bestpharma: Fuertes multas al Director Técnico y al Jefe de control de Calidad

Finalmente después de numerosos sumarios sanitarios, iniciados por el Instituto de Salud Pública ISP, se decidio cancelar su autorización de funcionamiento. Por otro lado grandes multas se aplicaron al Director técnico del laboratorio y al jefe de control de Calidad, lo que nos habla de la responsabilidad legal y social que implica nuestro ejercicio profesional en la industria farmacéutica.

Parece que este es el fin del denomindado "laboratorio del sistema público" como llego a ser Bestpharma, un importador de medicamentos provenientes de países como China e India, el cual ya acumulaba numerosos sumarios sanitarios.

Resalta como tema de fondo, la responsabilidad profesional que ha sido establecida en este caso para los farmacéuticos a cargo de la Dirección Técnica y el control de la Calidad, pero por otro lado también las menguadas atribuciones y multas que pudo aplicar el ISP durante el proceso, que por suerte culmina con la clausura.

En Chile no podemos tolerar, que existan laboratorios con prácticas tan contrarias y perniciosas. El que una mujer con cáncer de mama haya recibido tratamiento con tamoxifeno proveniente de esta laboratorio, con nula efectividad por su baja disolución es inaceptable. Más aún, que sean las enfermas del sistema público quienes lo hayan recibido, por cierto, las más indefensas con nula capacidad de adquirir un medicamento de precio mayor. Una verguenza.

Desde el año 2004, el laboratorio enfrentó 36 sumarios sanitarios. La situación se agravó en mayo pasado luego que se hiciera pública una denuncia sobre la mala calidad de un medicamento utilizado para tratamientos contra el cáncer de mama.

Según los documentos del sumario, muestras de Tamoxifeno arrojaron que por un error en la composición el principio activo del medicamento no se diluía en el cuerpo de las pacientes, lo que no generaba ningún efecto, ni positivo ni negativo.

El reporte del ISP señala que la representante legal del laboratorio, Elizabeth Pinilla Roa; el director técnico del laboratorio de producción de Bestpharma, Sergio Peñailillo Moraga; y Carlos Seitz Castillo, jefe del departamento de Control de calidad del Laboratorio de Producción, deberán cancelar la suma de 500 UTM (cifra que equivale a 17.824.000) cada uno.

Otras denuncias apuntaban a la presencia de pelos y hongos en medicamentos que, como la mayoría de los producidos por Bestpharma, eran entregados en la red de establecimientos públicos de salud.

Tras la notificación el laboratorio tiene un plazo de cinco días hábiles para cancelar la multa. La pena que se arriesga por el no pago del dinero es de hasta 60 días de presidio.

N.del E.: Desde la perspectiva humana y profesional, debe ser un momento difícil para los colegas que han recibido esta multa, debido a la responsabilidad profesional que nos confiere la ley. Pese a esto manifestamos nuestro apoyo desde la perspectiva humana para los colegas que se ven afectados por esta situación personal que no debe ser fácil de sobrellevar.

Noticia completa canal13.cl

Fuente: www.cooperativa.cl

Campaña impulsada por La Farmacia Chilena, ya lleva más de mil firmas

Más de mil personas han suscrito la campañada iniciada en sitio web www.yoapoyo.cl sobre la instauración del medicamento como un bien social, fundamental para la recuperación de la Salud y de rechazo a los almacenes farmacéuticos. Agradecemos a todos quienes han firmado y los invitamos a seguir aumentando los suscritos a nuestra campaña. Personas de diversas ocupaciones han suscrito nuestra campaña

Desde enfermeros, ingenieros, arquitectos, médicos profesores, dueñas de casa,vendedores de maní, basquetbolistas y por supuesto, una gran cantidad de químicos farmacéuticos y estudiantes de farmacia, han apoyado con su nombre la campaña denominada: "No a la desregularización en medicamentos: No a los almacenes farmacéuticos", que ya llega al millar de suscritos.

Esta campaña, iniciada por nuestro sitio, da cuenta de la sensibilización e importancia que tiene este tema para nuestra sociedad, ya que concita el apoyo de muchas personas con actividad diferente a la Farmacéutica.

Estamos contentos, agradecemos su apoyo, y esperamos seguir liderando esta cruzada en pos de la Salud Pública de nuestro país, en donde los farmacéuticos mucho podemos hacer desde nuestra posición como profesionales de la Salud.

Para La Farmacia Chilena este camino de posicionarse como un medio farmacéutico de información líder,distinto, crítico y propositivo no ha sido fácil, al contrario, hemos enfrentado grandes críticas y oposición de algunos sectores de nuestro mundo profesional que de cierta forma se explica, por el explosivo posicionamiento que hemos tenido entre estudiantes y profesionales.

Sin embargo, lo tomamos de forma positiva, nos alienta a mejorar cada vez más la calidad de nuestros planteamientos y contenidos de forma de llegar a ser un medio amplio, participitavo, representativo y constituyente de una voz farmacéutica en nuestro medio nacional.

Aspiramos a ser un medio pluralista que aúne todos los brazos , esfuerzos y diversas miradas, que no excluya a nadie por pensar distinto, sino que al contrario le entregamos este espacio como medio de expresión. Al plantear temas, los invitamos al debate, de eso se trata, de discutir y proponer ideas.

Gracias por su apoyo. Sigamos convocando a la participación profesional y socialización de nuestras temáticas gremiales y profesionales.

http://www.yoapoyo.cl/index.php?camp_cod=3

Atte
La Farmacia Chilena

sábado, 5 de julio de 2008

Ministra Barría: "Lo que ustedes quieren es que yo les tranquilice el bolsillo"

Asi de directa, fue la ministra Barría cuando fue invitada por estudiantes de Farmacia de la Universidad Arturo Prat de Iquique. Una afirmación que resulta interesante ya que puede ser la imagen que se está formando en muchos ciudadanos que ven que como gremio, sólo nos limitamos a decir NO, pero sin embargo no presentamos alternativas para solucionar los problemas de competencia, cobertura y precios que aquejan a la población que no tiene alternativa al sistema de cadenas.

Actualmente las estrategias gremiales para hacer frente a las desregularizaciones en el campo de los medicamentos de forma general, han estado vinculadas a recursos legales y movilizaciones que llevan dos consignas importantes y visibles a la opinión pública:

- No a los almacenes.
- No innovar y que siga todo como está por que lo otro es una aberración.

Pero como ya hemos planteado en otros artículos, estas posiciones no presentan ninguna solución a la población, que ve como no existe una verdadera competencia real en un mercado dominado por tres grandes que pareciesen dictar sus propias normas, y peor aún, eventualmente, se pondrían de acuerdo en materias económicas.

¿Que significa que una Ministra de Estado piense que los farmacéuticos solo quieren que se les tranquilice el bolsillo?.

En primer lugar, que la Ministra no sabe nada de nada. Cosa que no avalo porque si bien nos gustaría a todos demasiado poder decirle eso en su cara, al final de cuentas sabemos que no es así.

En segundo lugar significa que la Ministra si sabe, y que se ha dado el trabajo de informarse de las acciones emprendidas por diversos actores farmacéuticos; como estudiantes, gremios, asociaciones industriales, entre otros y ha llegado a una conclusión:

Que a los farmacéuticos les importa primordialmente cuidarse los bolsillos. Por que si precisamente otros gremios han planteado soluciones y nosotros sólo nos hemos quedado en defender la situación actual y pedir no innovar o innovar siempre y cuando estemos considerados, no puede dar a entender otra cosa.

Sin duda, que existen muchos farmacéuticos que no quieren el no innovar, sin embargo parecen no ser la mayoría. Ése, quizás es nuestro principal desafío; el innovar. El perseguir que realmente se produzcan cambios en el modelo de farmacia actual, en donde el Estado y las empresas asuman la responsabilidad social que significa el manejo del mercado de los medicamentos.

Los farmacéuticos debemos tomar la delantera y no seguir contentos con el panorama que existe hoy, en donde lo que se realiza en muchas farmacias de cadena no dista mucho de lo que se podría realizar en un futuro almacén. La lógica comercial actual no tiene nada que envidiarle a la lógica hipotética de un almacén. No nos engañemos.

Es por eso, que debemos empezar a proponer, como lo hacen otras ordenes sanitarias, como el colegio médico que ya presento proyectos de ley que buscan soluciones, soluciones cuestionables y al parecer interesadas, pero al fin y al cabo, soluciones.

Si nosotros no alzamos la voz, no proponemos soluciones que cambien los esquemas, no nos extrañemos que la gente empiece a pensar que sólo nos interesan nuestros bolsillos, por el momento, ya tenemos una Ministra de Estado que piensa así y que no le tiembla la voz en decirlo...



Agradecimientos: A Eunices, Estudiante de Farmacia UNAP quien nos envío la información.

jueves, 3 de julio de 2008

Propuesta de nuevo reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos Farmacéuticos


Desde el 23 de abril en la página web del MINSAL, se encuentra a "Consulta Pública" la Propuesta de nuevo reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos Farmacéuticos, el cual pretende reemplazar la actual legislación en el tema (D.S. 1876 de 1995). Destacan entre ellos parráfos de vital importancia, que hablan sobre la farmacovigilancia y la publicidad en recintos farmacéuticos que merecen especial atención en cuanto a sus alcances y redacción.

Casi como por casualidad me encontré con esta propuesta, que posee una importancia regulatoria trascendental para nuestra profesión, ya que habla de producción, calidad, publicidad y registro sanitario de productos farmacéuticos entre otros puntos. ¿Porque no hemos sabido de ella a nivel profesional, estudiantil y gremial?¿En que instancia se redactó y quienes participaron?. Hubiese sido importante quizas haber sabido de ella, y con esto, no quiero decir que me parezca negativo lo escrito, sino que al contrario, pero siento que se ha perdido la posibilidad de generar un debate amplio con diversos actores sociales que quizas algo deben tener que decir.

Puntos críticos como la publicidad que se realiza en los recintos farmacéuticos merecen especial atención.

La propuesta señala en su parrafo tercero dos artículos de trascendental importancia , al cual nos referiremos en esta ocasión:

"ARTICULO 220.- En los establecimientos de fabricación, distribución y expendio de especialidades farmacéuticas, sólo podrá hacerse publicidad mediante afiches, carteles o volantes, en que se indique su denominación oficial y envase aprobado, información contenida en el rótulo y el distintivo del productor o distribuidor, si lo tuviese.

ARTICULO 221.- En estos establecimientos no podrán utilizarse procedimientos de publicidad que puedan inducir a uso o elección no indicada de los medicamentos, tales como rifas, sorteos, donación de muestras, determinación de precios preferenciales por compras en mayor cantidad u otras formas que estimulen el consumo excesivo, indebido o la automedicación. Asimismo, no podrá estimularse la venta de productos farmacéuticos mediante incentivos de cualquier índole dirigida al personal auxiliar de las farmacias."

La publicidad y los incentivos que se mencionan en estos dos parrafos, son quizas una de las herramientas más utilizadas para promover la venta de medicamentos de en las farmacias chilenas y desde el punto de vista comercial son herramientas válidad en cuanto a la promoción e información dirigida a los consumidores objetivos.

Sin embargo, en este sistema de farmacia excesivamente mercantilizada con el que hoy contamos, estas dos herramientas válidas cuando se usan dentro de los marcos éticos existentes, se han transformado en poderosos elementos constituyentes de un sistema perverso por donde se mire.

Solo basta con acercarse a una "punto de venta" (como a algunos amantes del "retail farmacéutico" les gusta llamarlo)para observar la verdadera invasión publicitaria de medicamentos de venta restringida que se realiza a través de volantes,letreros ubicados detrás del mesón y cápsulas de acrílico colocadas sobre el mesón con llamativas ofertas. Publicidad que visualmente quien concurre a la farmacia no tiene posibilidad de no mirar, ya que la recibe a través de pantallas, letreros ofertones, revistas y también dentro del "protocolo de venta que DEBEN realizar casi mecánicamente quienes atienden al "cliente".

Sin embargo, hay que separar, las cosas. En este análisis no nos referimos cuando se trata de cosméticos y productos de venta directa, ya que legalmente se permite y me parece correcto que se publiciten según lo establecido.

No es de extrañarse ver antibióticos y antimigrañosos como sabrosas ofertas a la libre disposición del público, que sientan el concepto entre las personas de equivalencia como quien publicita un zapato. Para que habla de los descuentos por segundas unidades y genericos a un peso. En fin.

Por otro lado tenemos los incentivos. Incentivos que no sólo son para los auxiliares sino que también para el farmacéutico, por lo que muchas veces, este pasa a ser otro componente del círculo que muchas veces tolera la negación de ciertos medicamentos, que potencia el ofrecimiento de ciertas ofertas, o que incluso, recomienda según el arsenal que tenga mayor comisión, estrellita o canela (como quieran llamarle).

Para que hablar, de los sueldos base de muchos auxiliares, que muchas veces no superan los 30 mil o 50 mil pesos y que el resto debe ser logrado a "pura comisión" como ellos dicen. Los incentivos, pueden hacer la diferencia para un auxiliar sobre más del 70% de su capacidad adquisitiva. ¿Que política de promoción de uso racional de medicamento resiste eso? .Por fortuna esto último, se atenuará con la nueva ley promulgada por el gobierno actual en donde los sueldos bases deberán ser iguales por lo menos al sueldo mínimo.

Ciertamente que los párrafos mencionados de la propuesta anteriores son insuficientes. El mercado ha demostrado que no se puede dejar espacios vacios, sino que al contrario, ha demostrado que surge con importancia la necesidad patente que el Estado adopte un papel regulador aún más comprometido en estas materias, lo que claramente no es lo que todos quisiéramos, pero si lo que se necesita si queremos hablar de políticas sanitarias coherentes.

El farmacéutico actual de las farmacias de grandes conglomerados económicos que ocupan el 93% del mercado, es sólo un empleado y muchas veces con resignación debe cumplir las "metas" olvidándose de todos sus discursos e ideas universitarias que alguna vez creyó posibles de implementar. Es más, si realmente queremos lograr un cambio, se debiesen suprimir los incentivos económicos que éste percibe por liderar la venta indiscriminada de medicamentos y reemplazar estos incentivos por premios relacionados a su capacidad como profesional SANITARIO.

Con el sistema actual de incentivos, el buen farmacéutico, es aquél que aumenta la venta y la inyección de los medicamentos promocionales, adicionales etc y no aquél que sabe para que sirven las cajitas que entrega y sus efectos adversos. Para eso, no se necesita un profesional, como el que se forma en las aulas universitarias hoy en día. No nos engañemos.

No se saca nada con eliminar los incentivos al personal auxiliar que estimulan la venta de productos farmacéuticos sino se hace lo mismo con el farmacéutico. De no hacerlo, será este profesional el que tomará un rol impulsador sobre los auxiliares para logras su metas, situación poco justa y que invalida el espíritu de la norma propuesta.

Los farmacéuticos deben dar su propia lucha para su reconocimiento real como profesionales sanitarios , para que su renta sea un reflejo de esa calidad y no de sus habilidades como vendedor. Sin embargo, requiere de preparación, de educación continua y de valentía de proponerse un desafío tan importante.

Por mientras, tenemos la posibilidad de enviar nuestros comentarios sobre la propuesta en la página del MINSAL, donde podrán descargar el documento y subir comentarios. Apúrense hay plazo sólo hasta el 25 de Julio. Participen.

http://webhosting.redsalud.gov.cl/minsal/conozcanos/consultaspublicas19.html