martes, 14 de diciembre de 2010

El ego y la autoestima en el profesional farmacéutico.

Hoy nos saldremos un poco de nuestros temas tradicionales y nos enfocaremos en otro tipo de conocimiento. A partir de algunas observaciones y viviencias personales, nos introduciremos en el campo del Ego y la Autoestima profesional que son elementos muy influyentes en nuestro desenvolver en la sociedad y que si le pusiéramos mayor atención quizás podrian resolver mas que algún asunto del diario vivir.  

"No es ciego quien ha perdido la vista sino quien encubre sus faltas"

Creo que no es primera vez que realizo una reflexión sobre esto, esta vez la abordaremos de una forma distinta. ¿La razón?. Bueno, he querido escribir de forma más personal hoy y créanme que también me he dado vueltas en este asunto y creo que a veces pesa más en nuestras profesiones y actitudes que cualquier norma nueva, nuevo modelo de dispensación, desregulaciones varias, entre otros temas.

¿Han notado lo bueno que somos los propios farmacéuticos - y me incluyo- en criticar y reclamar contra el sistema que está mal, contra los políticos ineficientes, movilizados por el lucro.... criticamos al paciente y su poca cultura del medicamento. Incluso llegamos a postular que somos los "expertos" en medicamentos y que nadie nos la gana en aquello?.

Pues bien, quizás en algunas cosas no nos equivocamos, pero creo que antes de caer en muchos análisis de este tipo, no reparamos en de que forma hemos nosotros mismos potenciado estos escenarios.

¿Por qué si estudiamos Farmacia, la gran mayoria del tiempo previo a nuestro egreso sólo queremos ser grandes científicos o empresarios sin siquiera vivir lo básico y propio de nuestra profesión que significa trabajar en una oficina de Farmacia?.

Quizás se deba a un problema de baja autoestima y excesivo ego. Podrá sonar contradictorio, pero creo que la raíz de algunos de nuestros comportamientos y de nuestro entorno se debe a eso precisamente.

Según la filosofía oriental el ego y la autoestima están muy relacionados. Así, postula que el ego es una suerte de respuesta a las autoestimas bajas, ya que a través de diversas conductas se intenta enmascarar a una persona que se siente insegura en su plano interno, poco valorada y por que no decirlo poco querida.

Queremos demostrarle al mundo que podemos ser brillantes, que el mesón de atención es insuficiente para nosotros, que la gente nos incomprende porque es ignorante, que las leyes están hechas en contra de nosotros y que lo demostraremos. ¿Pero, podremos seguir viviendo eternamente para afuera?.

¿Qué pasaría si desde mañana cambiamos el switch y comenzamos a agregar valor a cada una de nuestras actividades y desde nuestra actitud nos revalorizáramos de verdad sin necesidad de sentir el reconocimiento del medio externo?

Por ejemplo, cambiar el lema de que somos los expertos por "estoy dispuesto a ayudarle". Por cambiar rimbonbantes títulos de Químico Farmacéutico y Doctorado en Ciencias Farmacéuticas por "Farmacéutico y Doctorado en Farmacia." Se me ocurre por enumerar algunas.

Por descubrir lo maravilloso que puede resultar un consejo sencillo cuando alguien dice gracias por preocuparte. Cuando el resolver un quiebre de stock ahorra un eterno peregrinar de algunos pacientes en búsqueda de algun medicamento. Cuando resolver un problema regulatorio asegura la continuidad de un tratamiento por sólo nombrar algunas.

Siempre a los farmacéuticos se nos acusa de ser "chaqueteros". Y eso tiene una base muy clara en el ego. Cuando vivimos movilizados por él, tendremos naturalmente pensamientos de odio, envidia, angustia y preocupaciones varias... y claro por que nuestra baja autoestima profesional y su respuesta ego confluyen para no querer que otro sea más que nosotros. Y así nos vamos haciendo zancadillas, callamos al colega que pueda tener buenas ideas, formamos grupos de poder que muchas veces se enquistan y no permiten la renovación en diversos ámbitos: Empresas, Organizaciones Gremiales, Directorios, incluso hasta en las mismas oficinas de farmacia donde un colega no puede ver al otro o lo desacredita en su ausencia.

Con esto no quiero satanizar al ego, sino que simplemente nos volvamos más conscientes sobre aquello , tratemos de controlarlo como cualquiera manifestación humana y no dejemos que nos conduzca por un camino equivocado. Puede que resultemos más felices en lo que hacemos diaramente.

Quizás la tarea a trabajar, está mas relacionada con darnos cuenta en como y a que nivel podemos contribuir sin pensar en quien nos mira, y a eso darle significado, para que nuestro verdadero ser aflore y nazca. Aprovechemos las oportunidades de aprender tomando conciencia de nuestra realidad y de nuestras acciones.

Es ultra necesario reparar en aquello, sobre todo en estos momentos en donde somos valorizados en baja magnitud por amplios sectores de la sociedad.

No es fácil hacer esta introspección, menos a nivel profesional pero quizás el comenzar a pensar en aquello pueda darnos nuevas energías, nuevas formas y actitudes para generar y contruir de acorde a principios de servir al resto y a nosotros mismos.

Los invito a pensar en aquello a trabajar el autoconocimiento personal, profesional y nuestra autoestima profesional sin caer en conductas de ego excesivo. A ver que resulta.

9 comentarios:

Sandra Rivera dijo...

Este es un tema que se trabaja bastante poco y que en verdad es transversal a muchas profesiones no tan sólo la Farmacéutica.

Sumenle a eso el modelo de farmacia que tenemos, resulta desmotivante pero me quedo con la iniciativa de comenzar por nosotros me parece sano, comenzar a cambiar para irradiar.

Saludos. Poco común el tema, debería trabajarse a nivel de formación Universitaria.

Marcela Herrera Cavieses dijo...

Estoy en parte de acuerdo con el editor y totalmente de acuerdo con sandra.
Creo que tal vez podríamos tratar de comenzar por subir nuestra autoestima y así bajar el ego ¿porqué tiene que ser al revés?.
Otra cosa que he observado es que mas que quierer ser grandes científicos a los farmacéuticos les interesa ser Farmacéuticos Clínicos.

Christian dijo...

Colegas,
Los grandes cambios requieren de tiempo y mucha dedicacion. Obviamente el problema lo generamos nosotros mismos. Empezando por uno mismo y mostrandonos al paciente, podremos crecer personalmente y como profesionales de la salud.
Lo otro importante es justamente no hacernos zancadillas, hay que apoyarse!
Un abrazo,
Christian.

Manu dijo...

Hola, veo que esta vez te fuiste por algo distinto. Rompiendo esquemas ehhh. Un tema como se dijo antes, común a todas las profesiones y también a las personas..Seres humanos.

Bueno te dejo otro saludos y me sorprendio gratamente.

Un abrazo. MV

Anónimo dijo...

Hola, mi nombre es Eugenio Vargas y te quiero decir que me agrada este sitio, muchas gracias por el interés de compartir las ideas e invitar a dialogar.

Creo que puede ser un prejuicio de muchos años, inclusive lo note cuando salía de la universidad hace más de una década, en colegas que ejercían ya su profesión. Hoy me resisto a creer en un perfil determinado de personas deprimidas o narcisistas que ingresen a estudiar química y farmacia y que además en su vida laboral se comportan como chaqueteros o sabios en su propia opinión.
Me consta que hay un gran número de colegas que si son exitosos, felices en sus trabajos y orgullosos de su profesión y no son ajenos a la realidad. Talves falten caminos de comunicación fluidos y más amigables.
El hablar de ego y autoestima es como hablar de ética y moral es atractiva, excitante pero es sensible y delicada. Además, la valoración de uno mismo es fisiológicamente aceptable y depende de cada conciencia y evoluciona.
Pienso que el problema no es provocado en un mayor grado por nosotros los profesionales químicos farmacéuticos y lo puedo explicar primero que nada, porque esto no solo le sucede a los químicos farmacéuticos de chile, también le sucede a colegas europeos y americanos, donde el poder económico los está perturbando en su rol básico frente a la responsabilidad social en salud, que no solo resulta en guarismos. Y lamentablemente lo mismo ocurre en otros profesionales como profesores, ingenieros, periodistas, etc.….
La desvaloración profesional es un interés comercial, es una meta del empresariado mal intencionado, este requiere de seres humanos preparados e inteligentes pero esclavos y que se comporten como esclavo de los interese de la inversión. El problema es la dependencia inducida con exceso de temor y la escasa motivación profesional que encuentras en la empresa farmacéutica, que es adversa, cínica y mentirosa. Sin embargo de acuerdo a mi experiencia esto no es el principal enemigo de nuestra profesión inclusive podríamos aprender de esta adversidad. Nuestro problema más grave en este negocio social de libre mercado, la farmacia. Es la escasa preparación comercial, déficit en el conocimiento de ingles, necesitamos ser más innovadores y tener una mayor creatividad frente al competitivo mundo profesional y empresarial.
Para concluir creo que no podemos ganar esta batalla en mejorar a nuestra enferma farmacia sin no tenemos una mayor preparación en distintos ámbitos ya no basta un pregrado porque la globalización así lo requiere y este camino que parece largo puede ser una de las formas de tener colegas en lugares donde se tomen decisiones gubernamentales con una mayor énfasis social que también son rentables, necesitamos colegas altamente preparados, lideres, diputados, senadores, alcaldes, y todos ellos con conocimiento farmacéutico.

Editor dijo...

Que interesante tu visión Eugenio. Agradezco tu aporte.
Si alguna vez quieres profundizar con algún artículo bienvenido sea. Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias, pronte enviare un tema que lo podemos comentar.

Eugenio Vargas

TRISTAN CARVAJAL dijo...

Por cierto que si aspiramos a generar grandes cambios y que sean permanentes en el tiempo se tienen que partir modificando las conductas individuales. El amor a la profesión, la solidaridad entre colegas y el espíritu de cuerpo no son valores que nos entrega la facultad lamentablemente, por lo que somos nosotros los llamados a terminar con esta situación. Nuestro peor enemigo es el individualismo, en mi opinión mas que el ego, al cual veo como un mecanismo de defensa para esconder nuestras carencias.....mas solidaridad colegas...un abrazo

Anónimo dijo...

Interesante artículo, es increible como algunos no solo son egocentristas sino tambien egoistas, hablo por el hecho de que muchas veces en lugares de prácticas no hablan con sus futuros colegas ni menos le enseñan algo, lo que se aprende se hace desde los trabajadores. Tendran miedo? sera egoismo?... No lo se.
Saludos
C.A.R